Antes de que el jardinero le diera por quitar "las malas hierbas" me dispuse a recuperar una de las plantitas de ortiga. Estaban creciendo muchas, aquí os eseño algunas fotos:
Esta fue la elegida, ya que era la más grande:
El procedimiento no pudo ser más sencillo. Primero hay que ponerse unos guantes para evitar el contacto con los pelos urticantes. Después con una pequeña pala hay que extraer la ortiga con cuidado de no dañar las raíces:
Y ya por último la trasplanté a su nueva ubicación, una macetita:
Mi idea es esperar a que crezca para realizar un purin de ortigas para ahuyentar a las plagas.
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